sábado, 11 de julio de 2015

Hubo un tiempo

¿Recuerdas? Hubo un tiempo en el que pasaba buenos ratos leyendo blogs. Existieron entradas memorables, muchas de ellas borradas de la faz de internet para siempre. Es una pena. Abandonamos los blogs, y no deberíamos. Ellos nos traen aquellos días, aquellos pensamientos y sensaciones otra vez al presente. Podemos palpar esos momentos remotos con sólo pasearnos por aquellas letras.
Mi hijo mayor fue hace poco al Museo de Cádiz, el de Bellas Artes, situado en la Plaza de Mina, junto con su abuelo. Vieron parte del piso dedicado a la Arqueología. Allí hay epígrafes romanos. Quedan en piedra, las palabras cinceladas con voluntad de eternidad. Todas las palabras que vemos ahí, nos han llegado atravesando miles de años, y ahí seguirán mientras continúe en pie el museo.
Sin embargo los blogs, con millones de reflexiones, sentimientos, instantes, opiniones, información... ¿Cual es su esperanza de vida de cara a la eternidad?.

sábado, 11 de febrero de 2012

Sábado de Invierno

Febrero siempre ha sido un mes frio, y este año viene siberiano.
Como sé que me gustará leerlo al llegar el tórrido Verano, lo escribo aquí, aunque parezca banal.
Lo malo es que no llueve nada y la sequía es un fantasma aterrador. El canal cercano a mi casa baja hecho un hilo de agua entre barrizal y tierra endurecida. El sol apetece, pero la lluvia conviene.
Ayer la mínima era de -1º. Si el clima hubiera tenido la gentileza de mandarnos agua, lo más probable es que hubiese nevado, siendo una bonita novedad en Sevilla.
Yo habría bajado a la calle con mis pequeñuelos y ellos habrían visto nevar por primera vez en la vida.
Cuando Ferran era un bebé, andábamos por Cáceres en unas vacaciones, y había nieve en los márgenes de la carretera. Paramos el coche, cogimos un poco, y se lo dimos a Ferran siendo un bebé de menos de un año. Él ya no se acuerda, así que no cuenta.

viernes, 10 de febrero de 2012

Besos de azúcar

Hace tiempo que quería retomar la vieja costumbre de escribir en el blog.
El otro lo dejé atrás, olvidado. Es una etapa anterior y (parece mentira pero... ) la siento muy remota, aunque tampoco han pasado muchos años.
Suelo ser imaginativa, pero ésta vez se me ha quedado la mente en blanco a la hora de elegirle un nombre. A mi lado está mi hijo pequeño, de cuatro años, que hoy no ha ido al cole porque ha tenido médico.
Al mirarlo he pensado en sus besitos. Siempre le digo que sus besos son como de azúcar, porque son dulces y huelen a infancia, a chocolate y a meriendas en el parque.
Así que le he puesto el afortunado o desafortunado nombre al blog. Besos de azúcar.
Y lo comienzo en un annus horribilis, el año de la hecatombe en España, el año del monstruo del paro. Besos de azúcar para este 2012. Lo dulce contrarrestará lo amargo de los días venideros.
Un saludo.