¿Recuerdas? Hubo un tiempo en el que pasaba buenos ratos leyendo blogs. Existieron entradas memorables, muchas de ellas borradas de la faz de internet para siempre. Es una pena. Abandonamos los blogs, y no deberíamos. Ellos nos traen aquellos días, aquellos pensamientos y sensaciones otra vez al presente. Podemos palpar esos momentos remotos con sólo pasearnos por aquellas letras.
Mi hijo mayor fue hace poco al Museo de Cádiz, el de Bellas Artes, situado en la Plaza de Mina, junto con su abuelo. Vieron parte del piso dedicado a la Arqueología. Allí hay epígrafes romanos. Quedan en piedra, las palabras cinceladas con voluntad de eternidad. Todas las palabras que vemos ahí, nos han llegado atravesando miles de años, y ahí seguirán mientras continúe en pie el museo.
Sin embargo los blogs, con millones de reflexiones, sentimientos, instantes, opiniones, información... ¿Cual es su esperanza de vida de cara a la eternidad?.